Fundado en 1971, el CIP es un organismo internacional dedicado a ofrecer soluciones innovadoras para mejorar el acceso a alimentos nutritivos y asequibles, fomentar el crecimiento sostenible e inclusivo de empresas y empleos, e impulsar la resiliencia climática de los sistemas agroalimentarios de raíces y tubérculos. Con sede global en Lima, Perú, el CIP tiene presencia en más de 20 países de África, Asia y América Latina y el Caribe.

Tanlly Vera, Ministra de Agricultura y Ganadería del Ecuador, recordó que «hay que dejar de lado las brechas que separan el campo de la ciudad. La papa es el tercer cultivo a nivel mundial. Fortalecer la agricultura y que los jóvenes no busquen dejar los campos es nuestro objetivo como Ministerio. Este país busca un encuentro con la ruralidad».

Ginya Truitt Nakata, Directora Regional para América Latina y el Caribe del CIP subrayó que “Ecuador es absolutamente prioritario para el CIP”, dada la importancia del país en términos de biodiversidad y potencial para alimentar al planeta en un contexto de cambio climático.

«Desde 2011 Ecuador es la sede regional del CIP para America Latina y El Caribe, esta sede está ubicada en la Estación Experimental Santa Catalina del INIAP, donde se coordinan las CIP es para los demás países de la región. Junto al Centro Internacional de la Papa actualmente trabajamos en la potenciación de variedades de papa y en proyectos de innovación en camote» Andrés Andrade, director ejecutivo del INIAP.” expresó Andrés Andrade, Director Ejecutivo del INIAP.

Por su parte, Renán Sadva, Representante del Consorcio de Pequeños Productores de Papa (CONPAPA) Chimborazo, dijo estar muy agradecido con todas las instituciones que los han apoyado en sus emprendimientos. Agradeció en especial al INIAP, CIP y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), ya que les apoyaron a desarrollar su marca “DELIPAPA” que ya se encuentra a la venta en distintos mercados y supermercados del país.

Horacio Rodríguez Vázquez, Representante del CIP en Ecuador, mencionó que el CIP resguarda y protege más de 350 variedades de papa originarias del país como patrimonio de la humanidad, y que en los últimos 5 años CIP y sus donantes han invertido 3.9 millones de dólares en soluciones para fortalecer las cadenas de valor de papa, camote y raíces y tubérculos andinos en el país.

Las autoridades presentes reafirmaron su compromiso para impulsar conjuntamente la conservación de la agrobiodiversidad y sus aportes a la seguridad alimentaria y nutricional, particularmente relevante en el contexto de recuperación de la pandemia de COVID-19. Resaltaron la necesidad de aumentar la inversión en investigación, desarrollo e innovación para colocar a los sistemas alimentarios sostenibles en el centro de la recuperación.