Estación Central de la Amazonía del INIAP desarrolla tecnologías agroforestales para el cultivo de palma aceitera

La palma aceitera es un cultivo perenne de lento crecimiento y de largo ciclo productivo que se inicia de manera regular a partir del tercer año después de la siembra en condiciones ideales de clima, suelo y manejo agronómico.

Los principales problemas que afectan de manera considerable a este cultivo y a su producción son los fitosanitarios como: pudrición de cogollo (PC), marchitez letal (ML) y otros asociados a la falta de nutrición y malas prácticas de manejo (monocultivo) que causan impactos negativos, disminuyendo la productividad y elevando los costos de producción.

Ante esta problemática y con el objetivo de buscar alternativas de producción sostenible en los cultivos de palma aceitera, el INIAP desarrolla investigaciones en la Amazonía con enfoque agroforestal que permitan manejar los recursos naturales de manera sostenible, como la asociación de especies leguminosas de carácter arbustivas (diferentes a la Pueraria phaseoloides) como la Flemingia macrophylla Willd Merr y Gliricidia sepium Jacq Stend, mismas que si son sembradas en asociación con la palma, provee altos beneficios desde el punto de vista ecológico, económico y nutricional ya que con el continuo aporte  de materia orgánica mejora las características física, químicas y biológicas del suelo.

Los resultados preliminares de la investigación indican que el comportamiento de los nutrientes en el suelo y follaje del cultivo de palma manejado en sistema agroforestal con las especies antes mencionadas, se han incrementado sustancialmente con la incorporación en la corona  de aproximadamente 30 y 25 kilogramos de biomasa o abono verde respectivamente cada 90 días por planta, lo que permite evidenciar mejoras considerables en la superficie del suelo con una capa de Mulch y en los primeros 25 centímetros una alta actividad microbiológica que actúa en la descomposición de la materia orgánica, mejorando la formación de raicillas cuaternarias mediante las cuales las plantas aprovechan los nutrientes del suelo; de la misma forma, se ha logrado contabilizar una gran cantidad de raíces primarias y secundarias en buen estado por la ausencias de plagas como la Sagalassa valida, cuyo porcentaje de infestación no supera el 1%.

Otros beneficios que ofrecen la siembra de estas leguminosas es el aporte de biomasa en la corona de las plantas y la sombra que proveen contribuyendo a conservar la humedad y temperatura del suelo, además eleva la presencia de hongos de micorrizógenos y consecuentemente mantiene los contenidos de nutrientes en el suelo especialmente el nitrógeno y el potasio.


 

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